Pokemon Go es el fenómeno inesperado que ha revolucionado el mundo en apenas 48 horas. Lo que parecía una moda de los 90 obra de Nintendo resurge con mucha más fuerza. En apenas una semana ha superado los datos de Facebook, Snapchat e Instagram. A través de la geolocalización y la cámara de nuestros Smartphones en función del lugar en el que nos encontremos se aparecerán los distintos pokemons que tendremos que capturar y entrenar en los Pokemon-spots.
Sin duda, una estrategia muy astuta por parte de Nintendo que aprovecha el auge de los millennials para alcanzar el éxito, y es que quien mejor que Pokemon GO para hacer esta generación de los 90´volver a su niñez a través del juego japonés.
Muchas tiendas como Sephora, Forever21 o los grandes almacenes Bloomigdales han visto en Pokemon Go una oportunidad de negocio y por eso todas ellas son Pokemon spots. La repercusión en los social media puede ser de gran ayuda y conseguir que el consumidor entre en la tienda favorecerá a la compra. De momento, el fenómeno Pokemon Go ya ha tenido su efecto en la industria de la moda convirtiéndose en protagonistas de las campañas de las marcas de lujo más reconocidas.
Sin duda, la aplicación de Nintendo debería ser objetivo de las grandes marcas de lujo, y es que el usuario de Pokemon GO, exige más, y las peticiones para que se pueda personalizar la vestimenta de los entrenadores son cada vez mayores. Quien sabe, a lo mejor en apenas unas semanas el entrenador Pokemon Go luce unas Rockrunner de Valentino o guarda sus pockeballs en el Falabella de Stella McCartney.