El gran acontecimiento del cine tuvo lugar el pasado domingo, pero los Oscar son mucho más, son el escaparate perfecto para las marcas de lujo. Los espectadores, desde sus hogares, querrían acceder a los vestidos, maquillaje o joyas que se exhiben en la alfombra roja. Es la ocasión perfecta para que las firmas muestren todo el abanico de productos de los que disponen, aunque muchos están fuera de su alcance, otros son accesibles para que los fans puedan emular la apariencia de su estrella favorita.
Barneys utilizó las redes sociales para que los consumidores pudieran vivir su propia “preparación de los Oscar”. Tras resaltar algunos de los productos para tener la piel perfecta para este evento, se centró en los vestidos y accesorios más glamurosos. Así mismo, publicó un post con las predicciones de estilo de la directora creativa de Marie Claire, en los que incluían la opción de redirigirte al ecommerce. Y durante el show, en su twitter, se insertaba el enlace a la tienda online para comprar los looks del anfitrión Neil Patrick Harris o mostrar los productos exactos para lograr “labio rojo perfecto” de Margo Robbie.
Stuart Weitzman, una de las firmas favoritas de las celebrities, lanzó la colección cápsula de “Alfombra Roja” basada en las creaciones para las estrellas vía redes sociales y para los subscriptores de su newsletter. Disponible a partir del día siguiente en su web, los cinco modelos cuentan con altos tacones de aguja y materiales metálicos para que los consumidores puedan “inspirarse en la noche más importante de Hollywood”.
Si bien el vestido de Julianne Moore está fuera del alcance de sus fans, Chanel puede aprovechar el encanto de ese look para guiar a sus clientes hacia el maquillaje o perfume. Y así lo hizo gracias a su embajadora Keira Knightley. Chanel dio a conocer a sus subscriptores los pasos a seguir para obtener los labios de la actriz, de la mano de la maquilladora de las celebrities Kate Lee
Los Oscar son una celebración de arte y lujo. Las marcas de lujo tienen una oportunidad de conectar con los jóvenes espectadores, imbuidos en el entorno digital, que aspiran al lujo. Las firmas que inician un diálogo digital significativo hacia un público objetivo no tradicional pueden conseguir una lealtad profunda, así como captar defensores influyentes y, en última instancia, obtener ventas.