Las marcas de belleza son cada vez más digitales. En 2014 invirtieron un 23% más en digital según un informe de L2. Las marcas de belleza poco a poco van reduciendo su inversión en revistas y otros medios tradicionales y apuestan por el entorno digital para guiar sus decisiones de publicidad y comunicación. Como es la elección de un portavoz para sus redes sociales, o entablando relaciones con bloggers, a los que reconocen su influencia como creadores de tendencias y como altavoz ante millones de potenciales usuarios.
Después de L´Oreal París, Lancôme, es la segunda marca de belleza en cuanto a presencia en el entorno digital. Durante el último año, la casa de lujo francesa, lanzó un nuevo programa de fidelización y mejoró la experiencia del usuario en cuanto a su compra online. Además ha comenzado a utilizar una solución virtual Sight Commerce’s Infinite que permite a los consumidores ver cómo quedan los productos de Lancôme en un tono de piel parecido. También se ha premiado cómo esta marca ha utilizado las redes sociales para el lanzamiento de su máscara de pestañas Grandiôse.
Clinique accede al tercer lugar seguido de Estée Lauder. Esta marca ha renovado su identidad digital a través de una nueva web y la interacción con sus fans construyendo una comunidad basada en el contenido, personalización y servicio.
Una de las áreas en las que se centran las marcas de belleza es en el entorno móvil. El 98% de las firmas tienen una web optimizada para smartphones y es que el 40% de las búsquedas de belleza se producen en este medio. Sin embargo, sólo el 25% dispone de aplicación propia. El mailing sigue siendo una herramienta indispensable, y supone el 18% de las ventas online de los productos de belleza. Ganan en popularidad Pinterest e Instagram, y casi todas las marcas disponen de plataformas sociales como Facebook, Youtube, o Twitter.