La industria de las bodas está creciendo mucho impulsada por la llegada de la generación millennial a la edad de casarse. Las marcas de lujo involucradas en el mundo nupcial tienen infinitas posibilidades para ampliar sus ofertas de productos y clientes, pero es importante entender primero el mercado.
Mientras que los millennial son el principal grupo de consumidores para éstas ceremonias, aquellos que gastan más de 1 millón de euros tienden a ser más maduros y realizan una exhaustiva búsqueda antes de proceder a las compras de lujo.
Varias marcas de diseñadores como Oscar de la Renta y Carolina Herrera tienen líneas de novia además de sus colecciones. Vera Wang es quizás más conocida por sus vestidos de novia ya que vistió a celebrities como Kim Kardashian y Chelsea Clinton en sus bodas.
La legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo ha impulsado el mercado nupcial ya que las parejas homosexuales a menudo optan por una boda más lujosa como celebración también de su derecho a casarse.
Algunas marcas de lujo han respondido a ésta creciente necesidad de opciones de bodas entre personas del mismo sexo. Es costumbre cerrar un desfile con un look nupcial pero en 2013 fueron dos novias las que desfilaron para Channel después de que se aprobase la igualdad matrimonial en Francia, y Tiffany & Co presentó a una pareja gay en una campaña publicitaria para los anillos de compromiso.
Con respecto a los accesorios, que incluyen calzado y joyas, Jimmy Choo juega con su iniciativa de contenido generado por el hastag #IDoInChoo, pidiendo a las novias que compartan imágenes de sí mismas casándose en sus zapatos.
Muchos joyeros han buscado ser parte de los grandes días de los consumidores a través del marketing. Las campañas con representaciones de la experiencia de la boda han puesto a marcas como Harry Winston y Bulgari en el centro de las historias de amor. De manera similar, Cartier centró sus promociones en los anillos de compromiso, animando a los consumidores a elegir sus diamantes.