La percepción del lujo ha cambiado. Desde hace un tiempo el concepto que se tenía de él ha variado completamente, poniéndose en alza otros valores que anteriormente no adquirían tanta importancia. Actualmente, en el paradigma del lujo hay una clara exaltación de la artesanía, de la sutileza y la personalización. Pero el valor más importante es la experiencia que genera una marca.
En un mercado donde los clientes cada vez son más exigentes, la experiencia con la marca se vuelve esencial para que los usuarios se sientan vinculados con la firma. Un lujo sutil, donde menos es más y donde prima el momento vivido con la marca.
En un principio, las redes sociales no ofrecían esa experiencia, pero paulatinamente se está transmitiendo esa sensación y envolver al usuario en experiencias que querrá volver a vivir. En este punto se juntan dos factores clave: el storytelling y la experiencia. Cuando se fusionan los resultados son asombrosos.
Un claro ejemplo de ello es la marca Christian Dior, la cual poco a poco va introduciendo al usuario en los eventos que realizan a través de vídeos, como son los casos de sus últimos desfiles, que proporcionan una experiencia 360º, ya que te permite mover la cámara y observar el contenido desde diversas perspectivas.
La unión perfecta entre storytelling y experiencia se ha realizado en la campaña Dior Prestige, donde sumergen al individuo en el mundo de la rosa de Granville a través de la historia del mítico diseñador, que transcurre en su casa de la infancia del creador. En este vídeo se pueden descubrir los parajes más increíbles y revivir las memorias de Christian Dior a través de la experiencia 360º.
Con este tipo de acciones, donde los valores de la percepción actual del lujo están presentes, las redes sociales se convierten en el escenario perfecto para hacer que el usuario quede cautivado por el universo de la firma.