Hace poco descubrimos Grupos, la unión hace la fuerza en la web social, un libro de Paul Adams en el que se explica ¿cómo y por qué nos comunicamos? El Responsable de Experiencia de Marca en Facebook nos habla del comportamiento social actual y de cómo podemos reconstruir nuestras estrategias de acuerdo a estos parámetros para poder crear productos de los que las personas quieran hablar a sus lazos fuertes y a los débiles. Nos queremos centrar hoy en el concepto más básico y esencial: ¿por qué nos comunicamos?
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La comunicación está presente desde siempre, nuestros antepasados ya compartían información esencial para sobrevivir: comida, clima, animales, costumbres… Hoy los temas de interés han cambiado pero la necesidad básica de comunicarnos prevalece, necesitamos de la comunicación para hacer nuestra vida más fácil, necesitamos comunicación para obtener información. La mayoría de tweets que incluyen mención a una marca no hablan de sentimientos sino que buscan información, por lo tanto, el ser humano se comunica para informarse de qué ocurre a su alrededor. Las personas comparten sus experiencias personales (70% de las conversaciones online tratan experiencias personales) para que otros puedan aprender y comentar sobre ellas.
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Hablamos para crear lazos sociales, para afianzar relaciones con nuestros amigos o conocidos. Cuando interactuamos online y mantenemos conversaciones estamos demostrando a la otra persona que la consideramos lo suficientemente interesante como para hablar con ella, actualizamos nuestro estado en Facebook para informar y crear conexión con aquellos que lo lean, la mayor parte del tiempo lo importante es la conversación que nace de una publicación que la publicación en sí. “Más que el acto de compartir contenido, las campañas de marketing necesitan promover conversaciones”.
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Hablamos para ayudar a otros, para dar voz a otros, para demostrar que nos preocupan situaciones que incluso puedan no afectarnos directamente. Es una acción totalmente altruista que se demuestra en diversos estudios de psicología social en los que usuarios de redes sociales comparten informaciones que piensan que pueden ayudar a otras personas aunque puedan afectar negativamente a la propia imagen.
De la misma manera, debemos idear campañas de marketing que promuevan la solidaridad entre las personas. Adams pone el ejemplo de Sephora, los fans de esta marca se organizan a través de su página de Facebook para enviarse y poder compartir muestras de cosméticos poco comunes.
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Hablamos para gestionar la forma en que nos perciben, o sea nuestra reputación. La gran parte de las informaciones que se comparten en las redes son informaciones referentes a nuestra vida personal y a la de las personas que conocemos (95%) siempre desde una perspectiva positiva, ya que al hablar bien de una persona y de sus actuaciones su reputación se torna positiva. Nuestra identidad y nuestra imagen se redefinen constantemente ya que con cada publicación mostramos un rasgo de nuestro carácter y de nuestra personalidad diferente. Es por esto que uno de las razones principales por las que nos comunicamos es definirnos y gestionar nuestra reputación online.